La Turmalina procede del dialecto de Ceilán singalés “turmali”, que significa “piedra de numerosos colores”. Tiene afinación con el chakra del corazón, esta turmalina conecta con un sentimiento de compasión hacia uno mismo y los otros, del que nace la paz y una auténtica alegría.
Aunque con menos intensidad que la turmalina negra, la turmalina rosada posee unas cualidades energéticas, que te protegerán de las energías negativas propias, de otras personas y de ciertos lugares. ¡Muy recomendable como amuleto frente a envidias!
Su afinidad con el chakra del corazón armoniza las energías de este centro y estimula sentimientos de compasión por el prójimo. Su influencia te permitirá ir más allá de las apariencias y la obstinación, para que alcances una nueva visión sobre personas y situaciones. ¡Amplía tu visión!
Esta piedra inspira un sentimiento de profundo agradecimiento por lo que la vida nos trae, aportando dinamismo y ganas de vivir.
Debido a su influencia sobre el estado de ánimo, la turmalina influye muy positivamente para:
Mejorar estados de depresión y ansiedad.
Equilibrar el sistema hormonal y endocrino.
Atenuar las molestias durante la menopausia y la menstruación.
Prevenir la formación de cataratas.
Tratar dolencias del bazo y el hígado.
Regula el funcionamiento de los sistemas reproductor, digestivo y circulatorio.